En 1839, el estadounidense Russell Hawes patentó la primera máquina de fabricar sobres, lo que permitió la producción en masa de estos elementos.
El origen del sobre comercial moderno se atribuye al matemático y empresario británico, Sir Rowland Hill, quien en 1837 propuso un nuevo sistema postal que permitía el envío de cartas a precios más accesibles. Hill también ideó el sello postal y el sobre plegable, que permitía enviar cartas sin necesidad de utilizar cajas o saquitos.
Los primeros sobres comerciales se fabricaban a mano y eran muy simples, sin embargo, con la creciente demanda de este producto, la producción se industrializó.
En la década de 1830, la máquina de sobres se inventó, lo que permitió la producción en masa de sobres.
En la actualidad, los sobres se producen en diferentes materiales, tamaños y colores. Además, cuentan con elementos de seguridad como tintas invisibles, marcas de agua y cierres autoadhesivos. También se utilizan
sobres con ventanas transparentes para identificación del destinatario, sobres acolchados para enviar objetos frágiles, etc.
Así que la próxima vez que uses un sobre comercial, recuerda que detrás de él hay una interesante historia de innovación y evolución. ¡Y no olvides sellarlo bien para evitar que se pierda tu mensaje !
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